miércoles, 24 de diciembre de 2008

Breve explicación de sus causas y tratamiento

María estaba viajando en el colectivo. Iba rumbo al trabajo, pensando en algunas de las cosas que le esperaban en la oficina. De pronto, empezó a sentir que le faltaba el aire. Las ventanillas estaban abiertas y no hacía demasiado calor, sin embargo María sentía que se ahogaba. Comenzó a transpirar, y a temblar. Nunca le había pasado algo así. Sintió miedo y pensó que el corazón le estaba fallando y que se iba a morir. Después de 20 minutos de tener estas horribles sensaciones, comenzó a sentirse mejor, pero estaba agotada como si hubiera corrido una maratón. Al visitar al cardiólogo le dijeron que su corazón estaba bien y que le convenía hacer una consulta con un psicologo.
Lo que tuvo María es lo que se conoce como un ataque de pánico, que consiste en una respuesta de ansiedad sumamente intensa.

Generalidades sobre los ataques de pánico.
En general se caracterizan por ser un malestar muy intenso que alcanza su punto máximo a los 10 minutos de haber comenzado y que luego comienza a ceder. Las personas experimentan el ataque de pánico como una vivencia sumamente angustiante, que les produce la sensación de que se van a morir.
No todas las personas sienten exactamente lo mismo cuando atraviesan un ataque de pánico, pero al menos 4 de los siguientes síntomas deberían estar presentes.
  • Palpitaciones
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de falta de aliento o ahogo
  • Sensación de atragantarse
  • Opresión o malestar torácicos
  • Náuseas o molestias abdominales
  • Inestabilidad o mareo
  • Despersonalización
  • Miedo a perder el control o a volverse loco
  • Miedo a morir
  • Parestesias
  • Escalofríos
  • Sofocaciones
  • Sacudidas
Los ataques de pánico pueden ocurrirle a personas que tienen algún trastorno de ansiedad como por ejemplo, fobia, trastorno obsesivo compulsivo (T.O.C.), estrés post traumático (T.E.P.T) o trastorno de ansiedad generalizada (T.A.G.). Pero también pueden presentarse como único síntoma, en cuyo caso hablamos de un trastorno de angustia.

¿Por qué suceden?
Volvamos al ejemplo de María y veamos que le ocurrió. Se encontraba viajando en el colectivo rumbo a su trabajo, pensando en las cosas que tenía que hacer. Quizás alguna de esas cosas le produjo una pequeña preocupación, que la alertó y le produjo cierta ansiedad, y entonces su corazón se aceleró un poco. María sintió este cambio en su ritmo cardíaco, y pensó que algo podía andar mal en su sistema cardiovascular. Este pensamiento, lejos de tranquilizarla la preocupó aún más, y su respuesta de ansiedad se incrementó. Ahora sentía que le faltaba el aire, empezó a respirar agitada y su corazón se aceleró aún más. Al sentir que su corazón latía con mucha rapidez pensó “me va a dar un ataque cardíaco, me voy a morir acá” esto si que la asustó, nuevamente se produjo un incremento en su nivel de ansiedad, empezó a temblar y a transpirar.
Como ven todo parece depender de los pensamientos de María. El ciclo de retroalimentación es el siguiente:

María siente que el corazón se acelera y piensa que algo malo le va a pasar, entonces se pone nerviosa, esto le produce malestar físico, que le hace pensar que algo malo le va a pasar, y por lo tanto se pone más nerviosa...
Afortunadamente, la ansiedad no puede aumentar por siempre, alcanza su pico máximo a los 10 minutos y después comienza a bajar lentamente. Pero toda la experiencia ha resultado sumamente desagradable para la persona y a veces comienza a interferir con las tareas de la vida cotidiana.

¿Qué hacer?
En primer lugar es conveniente consultar un médico clínico, ya que existe una serie de enfermedades médicas que pueden provocar este tipo de fenómenos, y en tal caso se requeriría un tratamiento médico.
Aunque generalmente los ataques de pánico no se deben a un problema médico, sino a un problema psicológico y en tal caso se deberá hacer una consulta con un profesional de la salud mental.

Tratamiento.
La terapia cognitivo-conductual es el mejor tratamiento que existe actualmente para los trastornos de angustia, ya que tiene un alto nivel de eficacia y previene las recaídas mejor que ningún otro tratamiento.
La primera fase del tratamiento consiste en averiguar cómo experimenta los ataques de pánico este paciente. Como se dijo antes, no todas las personas lo viven de la misma manera ni en las mismas situaciones. Es importante saber qué es lo que piensa la persona de aquello que le está pasado, y qué está haciendo para evitar que le pase.
Una vez que se conoce bien cómo se manifiesta el ataque de pánico en el paciente, se pasa a una segunda fase, en donde se van a examinar y discutir las creencias que tiene el paciente acerca de lo que le está pasando. Las personas que sufren de ataques de pánico suelen tener pensamientos disfuncionales acerca de lo que les pasa. Pensamientos como “me va a dar un infarto” o “me voy a desmayar”, solo incrementan aún más los niveles de ansiedad. Estas creencias suelen ser falsas y deben ser modificadas. Para ello la terapia cognitiva cuenta con una serie de técnicas que han demostrado amplia eficacia.
La tercera fase consiste en algunas entrevistas de control, para prolongar los efectos terapéuticos del tratamiento.

Conclusión
Expondremos los puntos mas importantes del presente artículo.
1- Los ataques de pánico son un incremento importante de la ansiedad
2- Están fuertemente relacionados con los pensamientos y creencias de las personas
3- La modificación de esas creencias frecuentemente elimina los ataques de pánico.
4- La terapia cognitiva a desarrollado técnicas efectivas para el tratamiento del trastorno por pánico.

Para consultas sobre este y otros temas en psicoterapia:envíe un mail a psicoconsultas@gmail.com o comuníquese al

15 6362 6128 (Buenos Aires - Argentina)
Lic. Martín Puddington



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